Wednesday, September 06, 2006

Anónimo

Dejar un poema nunca escrito,
el que sólo se pronuncie, recorra
Por todos sitios, anónimo
-que no importe el poeta-
con la sentencia de prohibido escribirlo.
Que la gente lo pida y todos quieran oírlo,
puedan sus palabras conmover a quien las pronuncie
como a los que escuchen.
Nuevo, distinto a todos los escritos,
Comience y nunca termine,
Trasunte y transforme.
Denuncie en voz alta con armonía
y llegue a los oídos como melodía bonita.
Espontáneo, sencillo como el habla de la gente de pueblo,
esas verdades, que quien no entiende.

Lo pequeño y lo grande*

...en la vida existe un valor que permanece muchas veces invisible para los demás, pero que el hombre escucha en el hondo de su alma: es la fidelidad o tradición a lo que sentimos como un destino o una vocación a cumplir.

El destino al igual que todo lo humano, no se manifiesta en abstracto sino que se encarna en alguna circunstancia, en un pequeño lugar, en una cara amada, o en un nacimiento pobrísimo en los confines de un imperio.

Ni el amor, ni los encuentros verdaderos, ni siquiera los profundos desencuentros, son obra de casualidades, sino que nos estan misteriosamente reservados ...

El destino se muestra en signos e indicios que parecen insignificantes pero que luego reconocemos como decisivos. Así, en la vida uno muchas veces cree andar perdido, cuando en realidad siempre caminamos con rumbo fijo, en ocasiones determinado por nuestra voluntad más visible, pero en otras, quizás más decisivas para nuestra existencia; por una voluntad desconocida aún para nosotros mismos...
* Ernesto Sábato, La Resistencia.Fragmento de la Primera Carta : Lo pequeño y lo grande. Gracias a Vivian Arauzo que es tan hermosa como un poema.

Tuesday, September 05, 2006

Existe la revolución

María Magdalena era puta,
Jesús hombre:
Santa y Cristo.

Mujer al sol*

Una mujer al sol es todo mi deseo,
viene del mar, desnuda, con los brazos en cruz
y la flor de los labios abierta para el beso
y en la piel refulgente el polen de la luz.
Una hermosa mujer, los senos en reposo
y caliente de sol, nada más se precisa.
El vientre terso, el pelo húmedo y una sonrisa
en la flor de los labios, abierta para el gozo.
Una mujer al sol sobre quien yo me arroje
y a quien beba y me muerda y con quien me lamente,
y que al someterse se enfurezca y solloce,
e intente rechazarme, y que al sentirme ausente
me busque nuevamente y se quede a dormir
cuando yo, apaciguado, me disponga a partir.
* Vinicius de Moraes, poeta brasileño. Otra vez gracias a la Reina de Saba (Sonia)

Partir

Recuerda no me abandonas,
solo te vas.
Hay palabras que tienen sonidos propios,
sonaja, río, torcaza...
A veces son canciones de fiesta,
en tu ausencia serán yaravíes.
Le pregunté a la piedra cuando cree que regreses,
no quiso adivinar.
Te envíe una flor con la palomita,
Que regresó sin poderte hallar.
Dejé caer una lágrima al arroyo,
siguió por la herida del cerro
hasta el océano. Igual que a ti, la perdí.
Tengo una llave que encontré,
le falta su cerradura.
Y a mi amor le faltas tú.